Los primeros días de vida de un recién nacido son un periodo de adaptación tanto para los padres como para el bebé. Es normal que surjan dudas e inquietudes sobre lo que es y no es normal en un bebé recién nacido. Este artículo está diseñado para ayudar a los padres a identificar cuándo es necesario consultar a urgencias y qué señales no deben ignorar.
Cuándo consultar a urgencias
- Fiebre: Si la temperatura es mayor de 38 grados o cercana a esta cifra de forma persistente.
- Color amarillento en la piel: Si el color amarillento se extiende a otras partes del cuerpo como la zona del pañal y las piernas.
- Problemas con el cordón umbilical: Si está muy húmedo, emite un olor fuerte o la piel alrededor está enrojecida.
- Dificultad respiratoria: Si el bebé respira más rápido de lo normal, marca las costillas con la respiración, hace aleteo con la nariz o tiene pausas respiratorias.
- Vómitos persistentes: Si el bebé vomita constantemente con esfuerzo y no puede alimentarse adecuadamente.
- Sangre en las heces: Si la sangre está mezclada con las heces o si las deposiciones son de un color rojo intenso.
- Pérdida de peso excesiva: Si el bebé no hace suficientes cacas y pipís al día.
Cuándo no es necesario consultar a urgencias
- Fiebre leve: Si la temperatura está entre 37,6 y 37,9 grados y el bebé está abrigado en exceso.
- Color amarillento en la piel: Si solo afecta la carita y los ojos y está mejorando con la exposición a luz indirecta.
- Regurgitaciones: Si el bebé regurgita leche sin esfuerzo y no parece incómodo.
- Moquitos secos: Si el bebé tiene estornudos y moquitos secos en la nariz, sin otros síntomas de resfriado.
Introducción
Los bebés recién nacidos presentan una variedad de signos y síntomas que pueden ser confusos para los padres. Algunos pueden parecer alarmantes pero son normales, mientras que otros pueden ser indicativos de problemas de salud que requieren atención médica urgente. Este artículo tiene como objetivo informar y empoderar a los padres para que puedan identificar cuándo algo no está bien y cuándo deben consultar a un pediatra.
Fiebre en recién nacidos
La fiebre en niños menores de tres meses siempre debe ser motivo para consultar a urgencias. La temperatura normal en un neonato oscila entre los 36,5 y 37,5 grados Celsius. No es necesario estar constantemente controlando la temperatura del bebé, pero si en algún momento os parece que está más caliente de lo normal, podéis comprobar su temperatura con un termómetro digital en la axila. Si la temperatura es mayor de 38 grados o cercana a esta cifra de forma persistente, es mejor consultar a urgencias.
Color amarillento en la piel (Ictericia)
Es normal que durante los primeros días de vida, vuestro bebé tenga la carita y el blanco de los ojos de un tono amarillento. Este color se debe a la acumulación de una sustancia de color amarillo llamada bilirrubina. Esto suele resolverse por sí solo, pero hay casos en los que puede ser preocupante. Si el bebé tiene problemas de alimentación o ha nacido antes de las 37 semanas, podría necesitar tratamiento con fototerapia. Si notáis que el color amarillento se extiende a otras partes del cuerpo como la zona del pañal y las piernas, es recomendable adelantar la visita al pediatra para evaluar los niveles de bilirrubina.
Problemas con el cordón umbilical
Es importante mantener el cordón umbilical seco y limpio, y consultar a urgencias si observáis que está muy húmedo, emite un olor fuerte o la piel alrededor está enrojecida. Estos pueden ser signos de una infección del cordón, conocida como onfalitis, que puede ser grave.
Dificultad respiratoria
Hay ciertos signos de dificultad respiratoria que pueden indicar problemas graves, como la bronquiolitis. Esta enfermedad infecciosa se presenta con síntomas de catarro, tos y mocos, y puede ser grave en menores de un mes. Si observáis que el bebé respira más rápido de lo normal, marca las costillas con la respiración, hace aleteo con la nariz al coger aire o tiene pausas respiratorias, es importante consultar a urgencias.
Vómitos persistentes
Es normal que los bebés tengan regurgitaciones después de las tomas, pero los vómitos con esfuerzo y en chorro son motivo de preocupación. Si el bebé vomita constantemente con esfuerzo, se pone irritable y no puede alimentarse adecuadamente, es necesario acudir a urgencias.
“Es fundamental que los padres confíen en su instinto y consulten a un pediatra siempre que algo les preocupe. Identificar a tiempo los signos de alarma en un recién nacido puede marcar la diferencia en su bienestar y salud.”
Sangre en las heces
Ver sangre en las heces del bebé puede ser alarmante. Aunque hay causas comunes y no graves, como pequeñas fisuras, es importante consultar a urgencias si la sangre está mezclada con las heces o si las deposiciones son de un color rojo intenso. Tomar fotos con el móvil puede ayudar al pediatra a valorar la situación.
Si quieres saber más sobre heces consulta nuestra guía de los Cambios en las Heces del Bebé
Pérdida de peso excesiva
Es normal que los recién nacidos pierdan algo de peso en los primeros días de vida, pero una pérdida excesiva puede ser preocupante, especialmente en bebés alimentados al pecho. Es importante asegurarse de que el bebé hace suficientes cacas y pipís al día, y consultar a un pediatra si hay dudas sobre la cantidad de leche que está tomando.
Otros signos de alarma
Además de los puntos mencionados, hay otros signos que pueden indicar problemas en un recién nacido:
- Piel pálida o labios amoratados: Es normal que las manos y los pies se pongan amoratados, pero si los labios están azulados, es motivo de consulta.
- Rechazo total de la alimentación: Si el bebé no pide alimento o se cansa rápidamente durante las tomas, es importante consultar a un pediatra.
- Mal estado general: Si el bebé parece estar mal en general, incluso sin síntomas específicos, es mejor ser prudentes y consultar a un pediatra.
Conclusión
En resumen, aunque muchos cambios en los recién nacidos son normales, hay ciertos signos y síntomas que no deben ignorarse. La fiebre, el color amarillento en la piel, problemas con el cordón umbilical, dificultad respiratoria, vómitos persistentes, sangre en las heces y pérdida de peso excesiva son motivos para consultar a urgencias. Confía en tu instinto y consulta siempre que algo te preocupe. Mantente informado y empoderado para cuidar de tu bebé de la mejor manera posible.